Si te cuesta ver tus habilidades, no estás sola ni solo. No significa que no las tengas.

Muchas personas minimizan sus fortalezas porque están demasiado cerca de ellas como para verlas con claridad (es más común de lo que crees).

Puede que seas excelente guiando a otros, resolviendo problemas bajo presión o haciendo que todo esté organizado, pero como te sale de forma natural, no lo consideras una habilidad.

Identificar tus fortalezas a veces comienza por cambiar en qué pones tu atención.

💡 Ponlo en práctica:
Escribe tres cosas que sueles manejar con facilidad en el trabajo. No lo pienses demasiado, solo observa lo que te sale de forma natural.


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No todas las fortalezas se reflejan en un currículum. Algunas se perciben en cómo te presentas.

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¿Eres consciente de cuánto influyen tus acciones diarias en el desarrollo de tu equipo?